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El Baile Flamenco
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Este Arte del Flamenco cuyos comienzos tuvieron lugar mucho tiempo después de los del cante, se estima que para el primer tercio del siglo XIX, de los primeros bailes que se tienen datos son los que fueron llamados Bailes de Candil, este nombre fue debido a que su práctica se llevaba a cabo en patios de casas de vecinos, en ventas al aire libre o en ambientes bastantes sórdidos, por tal motivo a las noches estaba la luna que alumbraba pero cuando no había luna tenían que alumbrarse con el "candil", es obvio del porqué le viene el nombre. La clientela pertenecía a la clase baja del pueblo por lo que entonces el baile de candil llegó a equipararse con un baile popular, más adelante se empezó a formalizar en sus diferentes estilos y modalidades y fue cuando ya se daban clases de enseñanza, principalmente en las escuela
de baile Boleras. El Baile de Triana que historió Estébanez en 1831 seguramente fue uno de estos bailes, decía, en el que asistimos al baile de la rondeña por la Perla y su amante el Xerezano, que por la presentación que de ellos hace se desprende que podian ser profesionales, igual que algunos de los cantaores presentes (El Planeta, El Fillo). Tres décadas más tarde el Barón Charles Davillier, quién en 1862 hizo un viaje por España en compañía de Gustavo Doré, del que nos ha dejado puntual testimonio, acudió a uno de estos bailes en la botillería del Tío Miñaro, donde oyeron cantar el polo a uno que llamaban el Barbero y acompañado a la guitarra por otro nombrado Cirineo y que fue bailado por la Candelaria. Vieron después bailar el zorongo y la rondeña, siendo gitanas las bailaoras y según dice se contaban entre las mejores de Triana. Probablemente aquellos bailes no eran aún danzas genuinamente flamencas. Los nombres de estilos aparecen muy mezclados con otros de estirpe anterior como la gallarda, la chacona, el ole, el jaleo y aún los identificados como flamencos , tal la rondeña que mencionó Estébanez vio bailar y en la que Concepción Carretero detecta influencia de la escuela bolera, Estébanez habla también de la caña, indicando que por lo regular no se baila y después a continuación describe dicho baile.
No todos los estilos del Cante son Bailables, aunque últimamente los jóvenes han ampliado el abanico de estilos para bailar, creando nuevos movimientos y pasos para complicar el baile de tal manera que los hacen muy difíciles, sacándoles la sencillez y naturalidad de los mismos, sencillez aparente porque esa misma sencillez los hacía de una belleza y estética incomparables. Los estilos bailables por naturaleza son los siguientes: SOLEA, SEGUIRIYA, ALEGRIAS, BULERIAS, CARACOLES, SEVILLANAS, FARRUCA, GARROTIN, TANGOS, MARTINETE Y ZAPATEADO.
La Guitarra: siempre se ha dicho de la guitarra que no apareció en el cante hasta La Edad de Oro, o sea en los albores del siglo XIX, los hechos así lo han demostrado, el cante en sus comienzos era a palo seco, pero no porque no se conociera la guitarra, de hecho los gitanos tocaban un instrumento muy parecido a la guitarra, lo que ocurría que no tenían la cejilla y entonces tocaban muy arriba (mi) o por el medio (la) únicos tonos que conocían y entonces los cantes por esta dificultad se tenían que hacer a palo seco. La primera etapa ya conocida con cierto rigor histórico es la de los guitarristas que podrían ser llamados pre-flamencos, es decir, guitarristas en una posición ambigua en la que interpretaban músicas cultas o populares, El Murciano quizás el nombre más antiguo que se puede invocar con la convicción que fue un guitarrista muy próximo al flamenco. Figura en cierto modo opuesta sería la de Julián Arcas, a quién Rioja y Cañete no dudan en considerar "como uno de los padres del Arte Flamenco"
En Jerez y atribuida a Javier Molina se considera que estuvo la primera escuela de Toque Flamenco. La figura gigante de Ramón Montoya ( del que hace pocos días se cumplió el cincuentenario de su muerte) lleva a un clasiquísmo en que ya la guitarra es una disciplina, un estudio, una madurez. Otros grandes nombres de esta etapa son los Borrul, Luis Molina, los de Badajoz.
Con el esplendor de los Cafés Cantantes, el flamenco desarrolló todas sus facetas hasta fijar definitivamente lo que pudiéramos considerar clasiquismo. El Baile adquirió un apogeo sin precedentes puesto que era el mayor atractivo para el público, fue el tiempo de las más grandes luminarias de todas las épocas, Juana La Macarrona, Gabriela y Rita Ortega, las Antunez, las Coquineras, La Cuenca, Salú la Hija del Ciego y Antonio el de Bilbao.
Los cafés dieron también un gran impulso a la guitarra flamenca, fundamental para el espectáculo. En ellos ganaron fama una cantidad de tocaores importantes, el primero de todos Paco de Lucena.
Silverio Franconetti, genio de la seguiriya, se le considera el principal transmisor de los cantes de El Fillo en su interpretación no gitana, impulsó decisivamente los cafés cantantes profesionalizando el ejercicio público del arte flamenco.
Siglo veinte "Cambalache", no voy hablar de Tango, pero si me voy a referir a que como dice el refrán " en todas partes se cuecen habas" esto viene a cuento porque hacia 1926 una ley fiscal promulgada en España, gravaba con un impuesto del 10% a los "Cafés Cantantes", en cambio los espectáculos en espacios abiertos de más capacidad y más figuras en cartel, pagaban únicamente el 3%, de tal manera que los Cafés empezaron a declinar y a un empresario avispado llamado Monserrat se le ocurrió trasladar los espectáculo flamencos a espacios más amplios como a las plazas de Toros y llamarlos Operas Flamencas, de esa forma se reducían los impuestos, también está la versión que el nombre se le implantó a causa de la madre de la Niña de los Peines, fue debido a que estaba viéndola ensayar un día y le gritó entusiasmada, "olé y Viva la Ópera Flamenca".
De esa forma la Ópera Flamenca tomó el relevo de los Cafés Cantantes, por primera vez el flamenco aspiró a conquistar públicos más amplios, dado que los espectáculos se hacían en recintos de gran aforo y a precios populares. Audiencias tan masivas influyeron necesariamente en que la calidad artística tuviera que rebajarse.
Esta etapa estuvo marcada por estilos más ligeros, como fandangos y cantes de ida y vuelta. El fandango invadió todo el cante, en detrimento de los estilos de mayor enjundia flamenca. Lo mismo ocurrió con los cantes de ida y vuelta.
A partir de 1915 se produce un ciclo de baile ecepcional con nombres como los de Antonia Mercé la Argentina, Pastora Imperio, Vicente Escudero, y Encarnación López La Argentinita. Ellos llevaron el baile español y flamenco por los escenarios más importantes del mundo.
Los cantaores más destacados en los espectáculos de Ópera Flamenca fueron por sobre todos Pepe Marchena además de Vallejo, Centeno, El Niño Gloria, Angelillo,Cepero.
Es lógico que quienes se tomaban el flamenco en serio entraran en estado de alarma por el futuro del cante Jondo. Una de estas personas fue Don Manuel de Falla, quién en unión de otros intelectuales pensaron hacer algo por abortar la catástrofe y decidieron organizar un Concurso de Cante Jondo, el que se realizó en Granada en 1922.
Precisamente en este Concurso, un apenas adolescente Manolo Caracol, obtuvo un primer premio y comenzó su carrera de éxitos en el cante flamenco y fue el que introdujo en los espectáculos el acompañamiento de piano y orquesta con sus famosas Zambra, formando pareja con Lola Flores.-
Fue época de la aparición de grandes artistas de la guitarra flamenca, como el Niño Ricardo, Manolo de Huelva, Melchor de Marchena, Esteban de Sanlucar y en guitarra de concierto, Sabicas.-
A mediados de la década del cincuenta, después de la época de las Óperas Flamenca, se revaloriza el flamenco, se abre la era de los Tablaos, se publican los primeros libros y ensayos sobre el Flamenco, Antonio Mairena gana la tercera Llave de Oro del Cante y comienza una nueva era en el Flamenco. Se publica la primera Antología del Cante en Francia por Hispavox, entre los primeros Tablaos se cuenta el Zambra de Madrid, González Climet publica su libro Flamencología y en 1956 se celebra el primer Concurso Nacional del Arte Flamenco de Córdoba. A mi entender el Concurso organizado por Manuel de Falla en Granada y éste Concurso Nacional de Córdoba, fue donde se volvió a poner el Cante Flamenco en el sitio que nunca debió abandonar , este Concurso nos dio uno de los más grandes Cantaores de la época, que hace pocos días tuvo su merecido homenaje, me refiero a Antonio Fernández Díaz, Fosforito, fue el triunfador absoluto ya que ha sido el único que se ha llevado todos los premios por dominar el cante en todos sus estilos, además de que todos sus cantes fueron hechos con letras propias.
Antonio Mairena fue figura fundamental en el renacimiento del Cante, como intérprete y como estudioso y entendido, gran investigador del tema, otro cantaor de categoría y con su contribución en todos los campos tanto didácticos como prácticos aportó mucho al Flamenco.
En el ciclo del Baile Teatral, tuvo su continuidad la etapa anterior con personalidades como Pilar López, Carmen Amaya, Antonio, a quienes siguieron a su vez Antonio Gades, Mario Maya, El Guito, Cristina Hoyos, Merche Esmeralda entre otros.
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