MILONGA. f. [De la lengua blinda; designa el sitio donde se baila y la reunión en sí. Por ext. enredo, rodeo, excusa. Estos significados proceden de la región del Plata, de donde es oriunda y son hoy usuales en Brasil, part. en Rio Grande do Sul.] Cante aflamencado procedente del folklore argentino, concretamente de una canción del Río de la Plata, con copla de cuatro versos octosílabos, con repetición, a veces, de uno de ellos. Al aflamencarse en España, interpretándola con compás variable, a veces de tango, adquirió una gran popularidad durante los anos veinte hasta los cuarenta del presente siglo, por lo pegadizo de sus letras y su facilidad de expresión. José Blas Vega, en su obra Temas flamencos, teoriza así sobre el aflamencamiento de la milonga: «En cuanto a la popularidad y práctica de la milonga en el contexto flamenco, es primordial recordar la importancia que en ese aspecto tuvo la gaditana Josefa Díaz y su hermana, hijas del matador de toros Paco Oro, ya que fueron contratadas por el cantaor jerezano y hombre de negocios artísticos Juan Junquera para trabajar en la Argentina. Y, de su permanencia en aquellas tierras. Pepa Oro se trajo la milonga argentina, ofreciéndola en España como numero extraordinario de su repertorio, bailándola y cantándola en son de tango. Y al gran cantaor don Antonio Chacón le agradó este cante y lo adaptó para escuchar, revalorizándolo como a tantos otros estilos flamencos, aunque solamente cantaba la milonga en reuniones no muy selectas y a la hora de los cantes festeros». De entre las letras de milongas del repertorio de Chacón, ha dejado una grabación Pepe de La Matrona, interpretada al modo de Pepa Oro, es la que dice: Eran los dos de la noche I y a tu puerta llegué ufano I con la bandurria en la mano, I despierta divina flor, I despierta Angel de amor, las dos están dando ahora I y son de la madruga I y si estás embelesá I despierta divina aurora. I Estribillo: ¡ay, Cucú! I y tú me estás matando. ¡Ay Cucú! I y yo no puedo más / serrana me voy contigo I donde tú me quieras llevar. Acerca de esta vieja versión, José Blas Vega ha escrito: «El estribillo es más ligero que el resto del cante, lo hace en ritmo de tanguillo. Ahí puso sobre todo su personalidad Chacón, poniéndolo además como cante para escuchar. Esta rítmica se fue perdiendo con el paso del tiempo, quedando la milonga en libre ejecución, pero enriquecida con matices musicales añadidos por otros artífices, y sobre todo por el maestro Pepe Marchena». Después de una época en la que la milonga ha estado en desuso, desde los años sesenta hasta los primeros ochenta, nuevamente, como otros estilos aflamencados de la misma procedencia, empieza a ser revalorizado e interpretado, incluso grabado en disco. Corno baile, en son de tangos, tal lo interpretaba Pepa Oro, en los cafés cantantes y teatros de su época, no tiene ninguna vigencia la milonga en la actualidad.
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