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Palos y Sonidos

TIENTO. m.pl. [De tiento, cierta composición, por lo general corta, que a modo de preludio se ejecutaba en el órgano en los intermedios de la misa; luego pasó de la iglesia al pueblo y del órgano a la guitarra y significó floreo o ensayo que hace el músico antes de dar principio a lo que se propone tañer. Para algunos investigadores proviene de una de las coplas del cante que empieza con el verso «Me tiraste unos tientos...», con el sentido de tomar el tiento, pulsar, examinar, ver como se reacciona; también der. del lat. templare.} Cante con copla de tres o cuatro versos octosílabos a la que sigue, por lo general, uno o varios estribillos de tres versos, cuya medida es uniforme. Es un cante reciente, su conocimiento data de los primeros años del siglo, al menos posterior al estilo del que procede, el tango, y con igual compás que éste, aunque más lento, solemne y complicado. Fue precisamente en Cádiz donde comenzó llamándosele tango tiento, es decir tango lento, aunque más tarde, en Sevilla, la denominación se fue perdiendo, sustantivándose en el primer adjetivo y quedando definitivamente como un nuevo cante en sí, por la mayor lentitud de sus tercios, y en el que Junto a la paternidad del tango parece que han influido matices de la siguiriya y de la soleá. Es un cante bailable, con letras que suelen ser patéticas, sentimentales y sentenciosas. // 2. Baile flamenco, cuya creación se debe al bailaor Joaquín El Feo, según algunos investigadores. En términos generales es un baile majestuoso, sobrio y de una gran matización dramática, con aire acentuadamente ritual. Según la tradición oral, fue El Marrurro uno de los primeros que configuraron este estilo, e inmediatamente después El Mellizo lo fijó en su actual contextura. Ricardo Molina y Antonio Mairena, en su obra en colaboración, afirman: «nuestra experiencia parte de Enrique El Mellizo, el cual engrandeció el tango hasta convertirlo en tientos». Esta teoría también la comparte Fernando Quiñones. Y ambas teorías señalan a Manuel Torre como su primer divulgador, anunciado en su presentación en Sevilla, en 1902, como cantaor de tangos. Por su parte, José Blas Vega sostiene que su más antiguo difusor fue don Antonio Chacón, esgrimiendo los argumentos siguientes: «El tangotiento de Cádiz, de El Mellizo, es el equilibrio musical del que arranca Chacón, conocedor profundo de esta escuela, aportando su sentido creador y musical, pues los tientos de Chacón están impregnados de un gran valor melódico. Posiblemente también se los escuchó en Jerez al Marrurro, al que conoció y admiró en su juventud. Estos tientos (se refiere a los de El Marrurro), dicho sea de paso, nadie sabe cómo eran. Su atribución creadora arranca de Andrade de Silva, informado por Perico el del Lunar. En Jerez existen giros muy particulares y personales en unos tientos que cantaba el excelente aficionado Pepe El Gallo». Y tras señalar que la palabra tiento ya aparece aplicada a un cante flamenco en la revista Teatro» correspondiente a agosto de 1901, empleada en una crítica de Juan José Cadenas a una obra de Serafín y Joaquín Álvarez Quintero, El genero Infimo, puntualiza: «Como tales tientos no hubo un absoluto dominio popular hasta años más tarde. Y aunque Chacón en sus grabaciones de 1910 y 1913 sigue usando el nombre de tangos, a él se le suele atribuir la denominación definitiva de tientos, por la sencilla razón de que la gente —público, aficionados, artistas— identificaron la nueva modalidad de tangos lentos, tientos, con el estilo que Chacón, y no Manuel ni Pastora, había dado a conocer revalorizándolos y como todo lo que se hace popular adquiriendo ciudadanía con nombre propio». Seguidamente, el investigador aporta, para contrastar su teoría, una serie de referencias escritas: José de la Serna, en 1914: «¡Cuántas veces he oído arrancarse a los señores de butaca por el famoso tango que ha popularizado Chacón, el Gayarre del flamenco} Véase un ejemplo: ¿Qué pájaro será aquel?», haciendo alusión a la divulgada y clásica letra de tiento; Máximo Andaluz: «Y popularizó en audiciones y discos gramofónicos sus personalísimas versiones de los antiguos tangos-tientos, como él los llamó». Paco Percheles: «Don Antonio Chacón fue, al propio tiempo que Manuel Torres, otro artífice de los tientos, que popularizó en Madrid, elevándolo, como a todo lo que aplicaba su arte y sus facultades, a una superior categoría». Augusto Butier: «De lo que no existe duda es de que Chacón lo puso en vigor al incorporarlo a su exhaustivo repertorio. Y es de opinión generalizada que fue también Chacón quien les diera su nombre actual». Arcadio Larrea: «Parece ser que su creador fue Enrique El Mellizo y que el nombre lo deben a Chacón». A continuación, José Blas Vega, aclara: «Estos comentarios no quitan para que digamos, en honor a la verdad, que Manuel Torres con esta modalidad de tango lento, acentuado mucho más por él, debido a su condición interpretativa, obtuvo mucho éxito en Sevilla. De él y de Chacón, sobre todo en lo musical, adquirió Pastora Pavón una notoria influencia que no dejó de matizar en los tientos... Basta con oír los tientos de Chacón y analizarlos comparativamente con la extensa discografía que el tema ofrece, para apreciar que él ha sido la fuente moderna y fundamental de este estilo, donde la huella del maestro se denota directa o indirectamente en un setenta por ciento de las grabaciones, aunque el correr del tiempo haya injustamente relegado al olvido su labor creativa y difusora». Desde hace bastantes años, no solamente en público, sino en grabaciones discográficas, la mayoría de los intérpretes engarzan los tientos con los tangos, siendo costumbre generalizada empezar por tientos, dada su mayor expresividad y posibilidad de temple, y terminar por tangos, lo cual es fácil, dado que la guitarra sólo tiene que aligerar el ritmo. Aparte de los intérpretes antes citados como generadores de los tientos, debemos citar a los también ya desaparecidos Tomás Pavón, Aurelio de Cádiz, Manolo Vargas, Antonio Mairena, Pepe de La Matrona, Bernardo de los Lobitos, Manolo Caracol, y Terremoto, entre otros cultivadores del estilo que nos ocupa. En la actualidad es un cante muy prodigado y en el que se siguen manteniendo vigentes las vertientes gaditanas y maneras, así como los giros personales de sus anteriores especialistas, por lo que puede decirse que en los últimos cincuenta años apenas si se aprecia en los tientos alguna evolución.

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